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miércoles, 12 de marzo de 2014

Bioinformática para combatir enfermedades en Venezuela

La bioinformática se vale de la tecnología proveniente de poderosos procesadores computacionales para organizar, analizar y distribuir información biológica/ Foto Cortesía IVIC
La informática y la biología de la mano con la bioinformática.


  Convertir datos biológicos en un modelo computacional capaz de explicar el comportamiento de las células, o encontrar semejanzas entre diferentes códigos genéticos es posible gracias al uso de la bioinformática. 

  Establecer una discusión en torno a las aplicaciones de esta disciplina y aportar conocimientos sobre el tema a los investigadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), fue el propósito del seminario Nuevos retos computacionales en Bioinformática y Epidemiología, dictado en el instituto.

  La charla a cargo del investigador de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (Idea), Raúl Isea, mostró el alcance que adquieren las investigaciones al crear modelos computacionales para explicar fenómenos biológicos. 

  Actualmente Isea estudia al desarrollo de modelos matemáticos para predecir brotes epidémicos de enfermedades infecciosas como el dengue y la malaria. De esta forma, la matemática y la informática podrían suministrar información valiosa para prevenirlas.

  “Los modelos computacionales generados a la luz de la información biológica permiten observar y encontrar una vía para explicar de forma práctica lo que se está visualizando sobre el comportamiento de las células y los agentes infecciosos” destacó Isea.

  La bioinformática se vale de la tecnología proveniente de poderosos procesadores computacionales para organizar, analizar y distribuir información biológica, con el objetivo de dar respuesta a diversos cuestionamientos en esta ciencia.  En esta área del conocimiento confluyen la biología y la computación para facilitar la identificación y análisis de procesos biológicos, a través del uso de bases de datos.  



  “En los últimos 20 años el Centro de Física del Ivic ha estado involucrado en el desarrollo de estrategias computacionales para atender problemas que en su resolución necesitan procesar un alto volumen de información” informó el investigador del instituto José M. Ramírez, coordinador de la actividad.

  El uso intensivo de los computadores propone una potencial línea de investigación en diversas áreas de la ciencia. “Todas estas investigaciones podrían reportar un importante beneficio a la sociedad en términos de prevenir patologías y mejorar la salud pública” indicó Ramírez.

  Fuente: El Nacional con datos del Ivic.

  Muy importante la iniciativa de IVIC para trabajar con esta rama emergente junto con la epidemiología de nuestro país. ¡Comenta tu opinión!

Panamá usa mosquitos transgénicos para combatir la epidemia de dengue

Mosquito transmisor del Dengue | AFP
Mosquito Aedes aegypti

  Panamá ha apelado a la tecnología para combatir la epidemia de dengue que ha causado al menos 13 muertes en los últimos meses, y se apresta a liberar más de 5,7 millones de mosquitos transgénicos entre marzo y agosto próximo, con los que espera reducir la población del insecto transmisor de la enfermedad. El experimento, con un costo de 400.000 dólares, ha generado polémica entre algunos científicos locales que alegan que se desconocen los riegos colaterales que puede producir, entre ellos una eventual superpoblación de otros mosquitos más agresivos que el Aedes aegypti, transmisor del dengue. 

  
  El director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), Néstor Sosa, dijo en una entrevista que el "experimento" se desarrollará a partir de marzo próximo en tres comunidades del populoso distrito de Arraiján, ubicado a unos 20 kilómetros al oeste de la capital panameña. 

  Ese lugar presenta las características ideales para llevar a cabo el proyecto, porque está rodeado de bosques, apartado de otras poblaciones y cuenta con un centro de salud, explicó el científico que dirige el Gorgas. "La idea es probar la tecnología (...) además de realizar una vigilancia intensiva para conocer el comportamiento del mosquito transgénico", añadió. 

  La hembra del Aedes Aegypti es la transmisora del dengue, y la tarea del mosquito genéticamente alterado será "buscarla, copular y morir", explicó el científico. La hembra vector de la enfermedad quedará preñada pero las larvas que produzca no llegarán a adultos, por lo que se reducirá la población de Aedes Aegypti, según los científicos. 

  El insecto que se utilizará en el experimento en Panamá es originario de México y se aplicará la misma técnica que fue desarrollada en la universidad inglesa de Oxford en 2002 y comercializada por la empresa Oxitec, que, según Sosa, ha tenido efectos positivos en Isla Caimán y Brasil.  El experimento en Arraiján se desarrollará entre marzo y agosto, abarcando los últimos meses de la temporada seca y los primeros tres de la lluviosa, y permitirá tener una valoración y un análisis sobre el efecto del proyecto. 
  "Si observamos que nos hace falta más información para completar nuestro análisis, trataríamos de seguir hasta completar los 12 meses de experimento, que es lo ideal en este tipo de estudio, aunque también habría que valorar los costos", aseveró Sosa. 

  El Gorgas producirá en sus laboratorios unos 240.000 mosquitos genéticamente modificados que serán liberados cada semana, para un total de 5.760.000 en seis meses. El programa de liberación consiste en soltar tres veces por semana 80.000 ejemplares. Sin embargo, Sosa enfatizó que el dengue sólo conseguirá eliminarse con un mayor control de las autoridades y la colaboración total y continua de las comunidades. 

  "Es mucho más fácil y rápido eliminar los criaderos manteniendo una cultura de limpieza que esperar a que se liberen los mosquitos (genéticamente modificados), porque aún habría que esperar varios meses antes de ver los resultados", afirmó. 

  Sobre la posibilidad de efectos colaterales negativos, Sosa reconoció que toda nueva tecnología trae consigo un "riesgo teórico potencial", aunque en el caso de los mosquitos transgénicos hasta ahora no hay evidencias de su existencia. Según un estudio de la organización GeneWatch del Reino Unido, difundido en enero pasado en Panamá, el experimento con el mosquito transgénico podría aumentar la presencia del albopictus, un insecto mucho más agresivo que el Aedes Aegypti. 

  Ese informe indicó que de fracasar el experimento en Arraiján se podría correr el riesgo de transferir rasgos de inmunidad a los mosquitos silvestres. Sosa enfatizó que la tecnología que se utilizará en Panamá se aplica desde 2002 y a "gran escala" en Brasil, y hasta ahora no se ha visto ningún impacto negativo. 

  Según las estadísticas del Ministerio de Salud sólo en enero de este año se reportaron 1.421 casos de dengue, 13 de ellos graves o hemorrágicos, en Panamá, un país con 3,5 millones de habitantes. El Gobierno aprobó en enero pasado una partida extraordinaria de 1,5 millones de dólares para la eliminación de criaderos, y la demolición de dos mansiones en estado de abandono que fueron confiscadas al exdictador Manuel Antonio Noriega y que se habían convertido en un nido del vector.

  Fuente:EFE.

  Interesante y polémica esta iniciativa de salud por parte de Panamá. Comenta tu opinión más abajo.

martes, 11 de marzo de 2014

¿Te gustaría saber si tienes una enfermedad genética?

  La primera vez que Michael Downing escuchó sobre la miocardia hipertrófica fue cuando su padre murió súbitamente a los 44 años. "Pensamos en que sería genético y aquellos que se parecían más a mi madre se sintieron más aliviados que quienes tenían más coincidencias con mi padre".
  Pero no fue hasta que uno de sus hermanos murió en 2003, que el resto de la familia decidió hacerse una prueba genética. Michael era de los que se parecía a su madre, y salió positivo.
La miocardia hipertrófica es una enfermedad en la que una parte del corazón está más gruesa y puede causar la muerte súbita en cualquier grupo de edad.
  "Uno no lidia con una noticia así, sencillamente la recibe. Ésa es la cuestión de los diagnósticos genéticos, que tienen dos peculiaridades: la primera es que nada cambia, pues se trata de un trastorno que tienes desde que naces, y la segunda es que -en mi caso- no tenía ninguno de los síntomas clínicos de la enfermedad", le cuenta al programa Health Check de la BBC.
  Hoy en día, los avances de la ciencia han permitido identificar cada vez más genes mutantes que causan enfermedades. El profesor de genética clínica de la Universidad de Newcastle, John Burn, explica que existen unas 7.000 enfermedades genéticas, de las cuales han encontrado la mutación de aproximadamente un cuarto de ellas.

  El problema es que no para todas hay tratamiento. Y enterarse de que uno es portador de una mutación potencialmente mortal para la que no hay cura, puede tener un impacto tanto en la identidad de la persona, como en los planes de futuro.

  Tal es el caso de Kate, en cuya familia hay muchos casos de Alzheimer. Pero ella prefiere no hacerse la prueba de ADN."Tengo un 50% de posibilidad de tener (el gen). Descubrir que no lo llevo sería increíble, pero saber que lo tengo sería como una sentencia de muerte", le explica a la BBC.

Cuestión personal

  "Se trata de una decisión muy personal, algunas personas necesitan saberlo, mientras que otros sienten que no sabrían lidiar con la noticia" John Burn, Universidad de Newcastle
  El especialista Burn entiende la situación de Kate.
  "Se trata de una decisión muy personal, algunas personas necesitan saberlo, mientras que otros sienten que no sabrían lidiar con la noticia", señala.
  John dice ser de aquellos que le gusta enterarse de las cosas, ya sean buenas o malas. No obstante, enterarse de que era portador del gen que ocasiona la enfermedad del corazón le hizo pasar por un periplo que algunos considerarían innecesarios. Para evitar morir súbitamente, se sometió a varias operaciones, no siempre exitosas. Le terminaron colocando un desfibrilador portátil que actúa en el momento que se produce un paro cardíaco.
 
  "Descubrí que la práctica clínica es un gran riesgo, algo que no entendí bien cuando recibí el diagnóstico genético", cuenta."Al parecer, estos síntomas son muy difíciles de leer en una etapa temprana, y tarde me enteré que si me hubieran hecho pruebas clínicas, nunca me hubieran diagnosticado la enfermedad", agrega.
  Ahora, por haberse sometido a tantas operaciones, su corazón ha quedado débil y de todas formas debe llevar el desfibrilador.
"Quiero pensar que hace 10 años tomé la decisión correcta con la información que había en ese momento. Así que no me arrepiento de nada", aclara Michael.
  Quizás uno de los problemas que hay con el diagnóstico genético de las enfermedades es que la medicina no está preparada para tratarlas en etapas tan tempranas. La mayoría de los procedimientos que existen en la actualidad es cuando ya aparecen los síntomas.
Uno de los tratamientos preventivos es al que se someten muchas mujeres portadoras de alguna de las variantes del gen mutante BRCA, causante del cáncer de mama hereditario y de ovarios.

Prevención

ADN
  Hay algunas prevenciones éticas sobre el uso de examenes genéticos para predecir enfermedades.
   Amy Boesky, profesora de literatura de la Universidad de Boston, en EE.UU., publicó una recopilación de testimonios de personas que viven con algún gen mutante en el libro The Story Within.
  Ella también tuvo que tomar la difícil decisión de someterse a un tratamiento para evitar el destino de muchas mujeres en su familia, incluída su madre: cáncer de mama. Y se sometió a una mastectomía y una histerectomía. La decisión la tomó cuando la prueba de ADN no estaba del todo desarrollada. Ahora, con sus hijas de 20 años, quiere someterse a una.
Un resultado negativo, aunque sería un alivio, significaría que no tenía por qué someterse a dos intervenciones tan complicadas. Pero, como ella lo explica a la BBC, no se arrepiente de la decisión porque "llevar una mutación del gen tiene implicaciones que quizás todavía no sepamos".

  Tanto Michael como Amy podían tomar decisiones sobre el diagnóstico que recibieron. La razón por la que Kate prefiere no saber si es portadora del gen que causa el Alzheimer es que no hay cura.
  "(Si la hubiera) cambiaría mi vida. Actualmente no estoy casada, ni tengo hijos, pero esas decisiones están influenciadas por la posibilidad de que puedo tener la enfermedad".
  John Burn considera que si bien la práctica médica quizás no avanza al mismo ritmo que la investigación genética, hoy es una ventaja poder secuenciar con cierta rapidez el genoma y cada vez descubrir más genes que causan las enfermedades. 
  "El peligro es que las personas pueden terminar sometiéndose a todo tipo de exámenes", advierte. "Tenemos que tener cuidado con nuestra intención de vivir más, porque puede ocurrir que a la gente no le parezca eso, debido a la intervención genética".
  Burn habla de un futuro en que en el sistema sanitario esté incluido la secuencia del genoma. Un panorama quizás mucho más cercano para los países desarrollados y algo más parecido a la ciencia ficción -o de costos prohibitivos- en las regiones en desarrollo.

  Fuente: BBC Science.

  Un artículo súper interesante y a su vez polémico. ¡Comenta tu opinión!