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martes, 11 de marzo de 2014

Reviven rana australiana Rebatrachus silus


  Un vídeo informándonos de una particular noticia, nada menos ni nada más de la resurreción de una especie de rana australiana extinta. ¡Comenta!

¿Revivir animales extintos es posible?

  Aquí les dejamos un vídeo muy interesante sobre un tema de alta polémica: el de revivir especies ya extintas a partir de muestras de ADN y comparación con animales actuales. Como actividad didáctica queremos que realizen un resumen, de tres líneas mínimo que incluya sus opiniones sobre el tema y una síntesis de este, publica tu resumen en los comentarios, además de tu opinión. ¡Sigan leyendo sobre el nuevo tema de la semana, noticias del mundo de la genética/ingeniería genética y biotecnología!

Especies extintas en camino a la resurreción, ¿cuáles son?


Mamut lanudo (Mammuthus primigenius)
  Se espera que entre el 2020 y el 2025 reviva la paloma viajera, especie extinguida en 1914 que habitó en todas las áreas de Norteamérica.

  Esta es la candidata que tiene mayores probabilidades de ganar la carrera de la resurrección, pero no es el único proyecto en curso: los científicos están trabajando en la ‘desextinción’ (como se llama el proceso) de otras mediante técnicas genéticas. Algunos de los animales aquí presentados, a diferencia de la paloma viajera, están en la etapa de 'candidatos' a la desextinción.
Paloma Viajera
  En un extenso artículo publicado en la revista dominical del periódico ‘The New York Times’, Ben Novak, del laboratorio de paleogenética de la Universidad de California en Santa Cruz, recuerda que ya en el 2003 se hizo la primera experiencia de ‘desextinción’ de un bucardo (Capra pyrenaica pirenaica), una subespecie de cabra de montaña, cuyo último ejemplar desapareció en el año 2000.

  Para lograrlo, dice el periódico, científicos extrajeron raspaduras de piel de una de sus orejas y las congelaron en nitrógeno líquido. Luego, usaron las mismas técnicas de clonación con las que se creó la oveja Dolly, el primer mamífero clonado, para crear embriones a partir del ADN de la cabra, que implantaron en 57 ejemplares de otra especie. Solo uno de los embriones llegó a término, pero el animal murió ahogado pocos minutos después de nacer.

  El caso de esta cabra es excepcional, porque al momento de extinguirse la especie, de desaparecer el último ejemplar, existían técnicas de preservación de muestras de tejido en frío (criopreservación). Pero en muchos de los otros casos, como el de la paloma viajera, no se tiene el genoma de la especie (por eso este caso es usado en el reportaje de ‘The New York Times’ para ilustrar la complejidad de lo que están tratando de hacer científicos en el mundo).
Tigre de Tasmania, visto por última vez en 1930.
“El primer paso es reconstruirlo. Esto es difícil porque el ADN comienza a deteriorarse tan pronto como el organismo muere. El ADN también se mezcla con el ADN de otros organismos con los que entra en contacto, como los hongos, las bacterias y otros animales”, dice ‘The New York Times’.
  El autor del artículo de ‘The New York Times’, Nathaniel Rich,  compara el genoma de una especie (las instrucciones genéticas para producirlo) con un libro.

“El ADN de un animal muerto hace tiempo es como un montón de páginas desordenadas arrancadas, algunos de los restos son tan largos como un párrafo, otros como una simple frase o solo unas pocas palabras. Los restos no están en el orden correcto, y muchos de ellos pertenecen a otros libros”, dice, agregando que el libro de la paloma viajera podría tener 4 millones de páginas.
Alca gigante, no ha sido vista desde 1844.
  Novak está trabajando en la reconstrucción del libro, el genoma de la paloma viajera. Para ello logró conseguir en un museo de Chicago una fina tajada de un dedo de la paloma. Como el material genético que consiguió puede estar incompleto o contaminado, Novak lo está comparando con el genoma de especies similares, en este caso la paloma de collar (en inglés Band Tailed Pigeon y nombre científico Patagioenas fasciata).
Vaca marina de Steller.
  “Comparando fragmentos de ADN de la paloma viajera con los genomas de especies similares, los investigadores pueden ensamblar una aproximación del verdadero genoma de la paloma viajera. Qué tan aproximado, será imposible de saber. Como con cualquier traducción, puede haber errores de gramática, frases poco acertadas y quizá algunos pasajes faltantes, pero el libro será legible”, dice ‘The New York Times’.
Oso grizzly de California.
 Novak y Beth Shapiro, quien dirige el laboratorio, entregarán el genoma en septiembre, que es una secuencia de 1.200 millones de letras (A, G, C o T) en un archivo de computador. Esas letras corresponden a moléculas (bases nitrogenadas) con las que se arma el genoma. Tener ese conjunto de instrucciones, el genoma, es la parte fácil. 
“Luego, el genoma tendrá que ser grabado en una célula viviente… Si los científicos tienen éxito en cultivar una célula germinal, comenzarán a arreglar su código genético. Los biólogos describen esto como el trabajo de “cortar y pegar”. Reemplazarán pedazos de ADN de paloma de collar con pedazos sintetizados de ADN de paloma viajera, hasta que el genoma de la célula corresponda con su genoma de paloma viajera”, dice ‘The New York Times’.
Cotorra de California, vista por última vez en 1910.
  En el proceso ayudará MAGE (Ingeniería Genómica Automatizada), una tecnología inventada por un biólogo molecular de la Universidad de Harvard George Church, y que tiene el apodo de ‘máquina de la evolución’, porque puede reproducir millones de años de mutaciones genéticas en minutos.

  “Después de que MAGE haga su magia, los científicos tendrán en sus discos de Petri células de paloma viajera vivas, o al menos lo que llamaran células de paloma viajera… Los biólogos luego introducirán estas células vivas en un embrión de paloma de collar.
  Novak, quien ahora trabaja para una organización que promueve estos proyectos de resurrección como ‘facilitadora’, llamada ‘Revive & Restore’ (Resucita & Restaura, en traducción libre), cree que el proyecto será realmente exitoso cuando las palomas viajeras resucitadas sean reintroducidas en sus ambiente natural y puedan autoperpetuarse, lo que podría ocurrir haca el año 2060.

  Otras especies en proceso de desextinción o candidatas a ella son:
  • El hurón de pies negros (Mustela nigripes), un pequeño mamífero carnívoro de Norteamérica.
  •  La foca monje del Caribe (Monachus tropicalis).
  •  El tamarino león dorado o tití leoncito (Leontopithecus rosalia), una especie de primate platirrino de la familia Callitrichidae nativo de oriente de Brasil.
  • El picamaderos picomarfil o carpintero real (Campephilus principalis), una especie de ave de la familia de los pájaros carpinteros (Picidae)
  •  El rinoceronte blanco del norte (Ceratotherium simum)

martes, 4 de marzo de 2014

Cariotipo; ¿Qué es y para qué sirve?

  Cariotipo se define como el patrón individual de una especie en los cromosomas, tratándose esta vez de los cromosomas de células metafásicas de acuerdo a su morfología. El cariotipo variará de acuerdo a la especie por ejemplo la especie humana al ser diploide es representada como 2n y posee 22 pares de cromosomas autosómicos y un par sexual de acuerdo al género del individuo mientras que los hámster domésticos poseen 21 pares autosómicos y uno sexual. Un número bastante cercano ¿no?, anexaremos algunos animales con su número de cromosomas al final de la entrada como referencia.
Cariotipo humano normal con 23 pares de cromosomas.


  El cariotipo es un proceso bastante complejo y requiere de completa esterilidad al realizarlo, el examen puede realizarse desde casi cualquier tejido (líquido amniótico, sangre, placenta, médula ósea) , tomada la muestra se deja crecer ya que las células deben encontrarse en la metafase (comúnmente son detenidas en esta al ser agregado la colchicina) y luego se procede a la tinción (proceso en el cual se tiñen los cromosomas para que su estudio sea posible). Luego de esto, un especialista (un genetista tal vez) analiza la muestra a través del microscopio y fotografía el cariotipo para el paciente y futuros exámenes.

  Vale destacar que del cariotipo existen tres tipos principales:
  •  Cariotipo clásico, hecho con tinción.
  •  Cariotipo espectral, donde se implementa sondas fluorescentes para un resultado de mayor confianza.
  •  Cariotipo digital, es una técnica que emplea la bioinformática para aislar los cromosomas y analizarlos de manera digital. También llamado cariotipo virtual. 
 El cariotipo también posee su propia nomenclatura, algunos términos básicos son:
  1. p: brazo corto del cromosoma.
  2. q: brazo largo del cromosoma.
  3. +: ganancia de un cromosoma.
  4. -: pérdida de un cromosoma.
  5. ins: inserción.
  6. del: delección.
  7. dup: duplicación.
  8. inv ()(): inversión (se coloca dentro del primer paréntesis los cromosomas se produce la inversión y en el segundo los extremos invertidos).
  9. t: traslocación.
  10. tri: trisomía.
 El cariotipo es realizado en personas con sospechas de anomalías (desarrollo lento, retardo en el aprendizaje, genitales poco desarrollados y otros defectos congénitos) y en bebés con madres de alto riesgo. Puede diagnosticar trisomías, mosaicismo, quimerismo y síndromes por aberración cromosómicas como Cri du Chat. 

Cromosomas responsables de Síndromes de Klinefelter y Turner

Y para cerrar, algunos cariotipos normales en animales:
Perro: 39 pares de cromosomas.
Gato: 19 pares de cromosomas.
Reno: 35 pares de cromosomas.
Abeja: 16 pares de cromosomas.
Gallo: 39 pares de cromosomas
Hámster: 22 pares de cromosomas.
 Y así cerramos esta entrada, en la siguiente entrada vídeos reforzando el tema. ¡Recuerden comentar y votar en la nueva encuesta, además de sugerir más sobre el tema de la semana de anomalías!

lunes, 3 de marzo de 2014

¡Qué ojos tan raros! Todo es culpa de la Heterocromía

¿Qué es?

La Heterocromía es una alteración en el iris de los ojos de las personas y los animales povocando que un ojo tenga una coloracion diferente al otro. Esta enfermedas también puede afectar el color de piel y de pelo, aunque siempre se ha observado más en los ojos, esto ocurre por el exceso o la deficiencia de melanina en el cuerpo; la melanina es un compuesto que crea pigmentos o colores y esta presente tanto en plantas como en animales. 

En los perros, la heterocromía esta ligada a una falta de maduración de los pigmentos por déficit de una hidrolasa de la tirosina, la cual resulta ser necesaria para la síntesis de la melanina.


En los gatos, es más común la hiperpigmentación melánica la cual es llamada nevus, considerada como estado inicial del melanoma maligno.

¿Qué puede causarla?

En la mayoría de los casos es hereditaria, causada por alguna enfermedad o por alguna lesion. Esta efermedad es poco común en personas y algunas causas específicas pueden ser: sangrado, herencia, algún objeto extraño en el ojo, por la glaucoma, neurofibromatosis, sindrome de Waardenburg, entre otros...

Puede ser diagnósticada con un examen oftalmológico completo.


¿Existen varios tipos de Heterocromía?

Cuando esta enfermedad afecta los ojos se le llama Heterocromía del íris o Heterocromía Iridum, la cual posee dos tipos: la Heterocromía completa o sectorial.

La heterocromía completa se evidencia cuando uno de los ojos es completamente distinto al otro, este tipo de heterocromía es la común principalmente en gatos, aunque también se presenta en humanos y perros. 

La heterocromía sectorial ocurre cuando dentro del iris se presentan dos colores, mayormente proviene de enfermedades hereditarias, este tipo de condición es más común en los perros de razas específicas, entre ellos el Border Collie y el pastor australiano. Este tipo de condición es conocida también como Heterocromía Central, cuando el segundo color manifestado en el íris se encuentra rodeando la pupila, lo cual es más común en los diafragmas que contienen poca melanina.
 






viernes, 21 de febrero de 2014

La Clonación Terapéutica ¿Moralmente Correcta?

 Las implicaciones bioéticas de esos procedimientos, a pesar de los propósitos "humanísticos" de quien anuncia curaciones espectaculares por este camino que pasa por la industria de la clonación, son enormes y requieren un juicio sereno pero firme, que muestre la gravedad moral de ese proyecto y motive su condena inequívoca. 

Ante todo, es preciso decir que la finalidad "humanística" a la que se remite no es moralmente coherente con el medio usado; manipular a un ser humano en sus primeras fases vitales a fin de obtener material biológico necesario para experimentación de nuevas terapias, llegando así a matar a ese ser humano, contradice abiertamente el fin que se busca: salvar una vida (o curar enfermedades) de otros seres humanos.

 El valor de la vida humana, fuente de igualdad entre los hombres, hace ilegítimo un uso meramente instrumental de la existencia de uno de nuestros semejantes, llamado a la vida para ser usado solamente como material biológico.

 En segundo lugar, esta manera de actuar cambia totalmente el significado humano de la generación, que ya no se piensa y realiza en orden a la reproducción, sino que se programa con fines médico-experimentales (y por eso también comerciales). 

 Este proyecto se alimenta con la progresiva despersonalización del acto generativo (introducida con las prácticas de la fecundación extracorpórea), el cual se convierte en un proceso tecnológico que transforma al ser humano en propiedad para uso de quien, en un laboratorio, es capaz de engendrarlo.

 En la clonación humana con fines terapéutico-comerciales, se altera la figura misma del "progenitor", reducido al rango de prestador de un material biológico con el que se engendra un hijo gemelo destinado a ser usado como suministrador de órganos y tejidos de recambio. 

 Esta manera de actuar es contraria incluso a la Convención europea sobre los "derechos del hombre y la biomedicina", la cual, a pesar de permitir (y se trata de una opción que consideramos lamentable y moralmente ilícita) la utilización de embriones supernumerarios obtenidos con los métodos de fecundación artificial, sin embargo prohibe su producción con fines experimentales (art. 18 b). El hecho de que el Reino Unido no haya firmado aún esa Convención no es motivo suficiente para subestimar el principio expresado por la Convención europea, que sanciona el derecho de todo ser humano a no ser engendrado para fines diferentes de la reproducción misma.

 En el caso que aquí estamos examinando, además, no se utilizan los criterios de la experimentación, arriesgada o no arriesgada, sino que se avala el principio según el cual sería legítima una utilización del ser humano que implique su destrucción. Pero esa manera de actuar está en flagrante oposición con los derechos del hombre, dado que permitiría utilizar a un ser humano vivo para obtener de él células o tejidos, aunque sea para el bienestar de otro individuo, incluso cuando eso implica la muerte del ser humano utilizado.El principio que de hecho se introduce, en nombre de la salud y del bienestar, sanciona una auténtica discriminación entre los seres humanos según la medida de los tiempos de su desarrollo (así un embrión vale menos que un feto, un feto menos que un niño y un niño menos que un adulto), trastocando el imperativo moral que, por el contrario, precisamente impone defender y respetar con el máximo empeño a los que no son capaces de defender y manifestar su intrínseca dignidad..

 La civilización occidental, que ha sabido emanciparse de las discriminaciones raciales y ha sancionado el derecho de todo ser humano a ser tratado como miembro de la familia humana, independientemente de sus condiciones de salud, edad y estado social, ahora corre el peligro de permitir, con la mediación de la tecnología, la llegada de una nueva barbarie. El proyecto de la clonación humana con fines terapéutico-comerciales manifiesta el regreso del darwinismo social en el que se fundó el racismo poeudocientífico de fines del siglo XIX.

 La práctica de la clonación no puede encontrar ninguna legitimación ni siquiera en las discusiones referentes a la identidad individual y personal del embrión obtenido en forma programada en un laboratorio: se trata de un nuevo ser humano, intrínsecamente orientado a su desarrollo y a su plena maduración individual, que se actuaría si no se lo impidieran a sabiendas. Tampoco tiene consistencia la referencia al hecho de que estos seres humanos en fase embrional, destinados a proporcionar células y tejidos, no sean capaces de sentir dolor: la ausencia de dolor no justifica la supresión de un ser humano; matar a un hombre bajo anestesia seguiría siendo un homicidio.

 Es demasiado evidente que aquí, apelando al criterio de la salud, se cuenta con la complicidad del egoísmo colectivo: la estrategia lingüística con la que se quiere anular el significado moral de la clonación humana (por lo que hoy se ha introducido el término "cuerpo embrioide" para referirse al embrión construido in vitro mediante la clonación y destinado a ser destruido deliberadamente) manifiesta el disgusto originario frente a la convicción de que se está proyectando engendrar, usar y eliminar a uno de nosotros.

 En cambio, es preciso tener la valentía de mirar a través del microscopio electrónico y reconocer que allí no hay una célula cualquiera, no hay un material genético amorfo, sino que hay un ser humano que inicia su camino vital. Los fines terapéuticos, aunque fueran verdaderos y no sólo hipotéticos y sustitutos de delitos reales, no justifican jamás el asesinato programado de un semejante o su producción en serie. La lógica que domina en este proyecto está vinculada al mercado biotecnológico, y no tiene nada que ver con el momento cognoscitivo propio de la ciencia. No podemos olvidar que a este resultado se ha llegado con la puesta en marcha de la procreación artificial, cuando se procedió a separar el momento y el hecho procreativo de la expresión del amor conyugal y personal: este hecho ha entregado el embrión a la explotación biotecnológica y comercial. 

  La ciencia ha sabido encontrar, y pensamos que puede encontrar, formas de terapia para las enfermedades de base genética o degenerativa a través de otros procedimientos, como la utilización de células estaminales tomadas de la sangre materna o de abortos espontáneos, prosiguiendo las investigaciones en el campo de las terapias génicas y recurriendo de nuevo al estudio sobre los animales: si, por hipótesis, la única vía posible fuera, por el contrario, la de la clonación humana, entonces sería preciso tener la valentía intelectual y moral de renunciar a este camino, dado que imponer el origen y la muerte de uno de nuestros semejantes para garantizar la salud es un acto de injusticia que lesiona en sus fundamentos nuestra dignidad y nuestra civilización. 
Roma, 12 de Enero de 1999.